martes, 25 de noviembre de 2014

ESPARTA


En esta maravillosa y ultima ruta, conoceremos Esparta desde el siglo 7ac hasta su derrota contra Tebas en 398ac. Recorreremos toda la península del Peloponeso, en búsqueda de los acontecimientos históricos mas significativos de este pueblo guerrero. 



     En el siglo 7 a.c. Grecia estaba compuesta por una multitud de Ciudades-Estado. Aunque compartían elementos muy importantes como la lengua, las creencias y grandes rasgos culturales, cada una de ellas era autónoma en aspectos como la política, tanto interna como externa, la economía y las leyes que regían cada una de estas Polis. Una de estas ciudades estado, instalada en el Sur-Oeste del Peloponeso era la ciudad de Esparta: ciudad que se ha convertido en símbolo de una serie de valores muy precisos, así como de una forma de gobierno y política exterior que pretendemos entender en este trabajo. Incluso hoy en día, Esparta sigue inspirando a personas del mundo entero, y los valores espartanos se siguen profesando en diferentes ámbitos.
Veremos entonces en una primera parte como se formó la ciudad de Esparta y en que fundó su poder, después veremos la formación de la liga del Peloponeso  y el alcance de ésta, en oposición a la liga de Delos.
En una tercera parte analizaremos las dos guerras Médicas y las consecuencias de la victoria Helénica contra los Medos. Finalmente en una cuarta parte analizaremos la guerra del Peloponeso y como la política Lacedemonia después de este conflicto desencadenó un desequilibrio en su sistema político relegando a Esparta a un segundo plano dentro del mundo de las Polis griegas.
Es importante aclarar en este punto que la mayoría de las fuentes historiográficas que tenemos sobre Esparta son relatos hechos por extranjeros, los lacedemonios no dejaron prácticamente ninguna fuente ni registro, así como tampoco elementos arqueológicos suficientes que nos permitan hacernos una idea empírica de cómo eran en realidad.
Como diría Tucidides[1]: “las generaciones futuras verán a Atenas diez veces mayor de lo que fue, y a Esparta diez veces menor”.

     Cuenta la leyenda que el rey Lacedemón, después de conquistar el territorio de Laconia, nombró a su capital Esparta, en homenaje a su reina, del mismo nombre.


      Empezaremos nuestro viaje en el siglo VII a.c , periodo de suma importancia para los lacedemonios, ya que fue en este siglo donde el sistema espartano empezó a convertirse en el modelo en el que posteriormente se convertiría.
Hasta este punto de la historia, Esparta, como todas las Ciudades-Estado helénicas, poseía una riqueza cultural inmensa: conservamos de este periodo vasijas de barro, bronce, oro, así como textos y relatos que describen una sociedad griega semejante a sus vecinas.
     Un evento histórico cambiaría radicalmente a la sociedad espartana.
Fuentes arqueológicas nos dan pistas sobre una gran explosión demográfica que tuvo lugar en el siglo VII a.c.
     Esto llevó a los espartanos a invadir a sus vecinos de Mesenia, una población Dórica que vivía en un territorio de aproximadamente 8 000Km2, rico en hierro y en terrenos fértiles (destacan los famosos olivos de Kalamata, de los que se extraía uno de los aceites más codiciados de toda la Antigüedad).
Esto llevó a Las Guerras de Mesenia.
Leónidas en las Termópilas, deJacques-Louis David, 1814, Museo del Louvre.
Los Mesenios habían perfeccionado un estilo de lucha muy innovador para la época. Sus soldados, equipados con lanzas de dos metros y escudos de 90cmts formaban un muro de picas que avanzaba contundente sobre los campos de batalla. Los Lacedemonios rápidamente adoptaron estas mismas tácticas y las perfeccionaron hasta el punto de vencer a los Mesenios, población que los superaba en una proporción de 6 a 1.
Con esta victoria Esparta se convertía en la Polis griega más grande y encontró en el pueblo dórico una fuente de mano de obra casi ilimitada.
Otra leyenda afirma que un rey espartano, Licurgo, viajó por todo el mundo durante más de 20 años analizando las diferentes formas de gobierno. Cuando volvió a Esparta inventó un sistema de gobierno, la RETRA, nunca antes visto y que se convertiría en el modelo Espartano.


     A la cabeza del estado había dos reyes. Esta biarquía no tiene comparación en el mundo antiguo y existen dos posibles explicaciones: la primera es el nacimiento de gemelos en el seno de la familia real espartana. La segunda es un equilibrio de poder entre dos familias poderosas para evitar conflictos internos.
Según  Jenofonte[2], en La Constitución de los Lacedemonios , Licurgo dividió todo el territorio espartano en 10 000 lotes de tierra en teoría iguales. A cada lote de tierra se le asignó un grupo de Ilotas (esclavos mesenios pertenecientes a la Polis, encargados de labores agrícolas, estos superaban a la población espartanos en una proporción de 10 a 1). Cada uno de estos lotes se le asignaba a un HOMOIOI (en griego: Iguales). Aunque este lo administraba, no trabajaba en él. Esto le permitía dedicarse de lleno al entrenamiento militar.
Aparte de los 10 000 HOMOIOI, y los ilotas, el resto de la población de Esparta, los PERIOIOI (o gente que rodea”) estaba constituido por mujeres espartanas y niños.
Las mujeres tenían un rol fundamental en la sociedad, no solo porque daban a luz, sino porque eran las responsables de gran parte de la educación temprana de los niños. Aunque las mujeres en Grecia estaban relegadas a un rango secundario, algunas fuentes aseguran que las mujeres espartanas jugaban un papel importante en la sociedad.
Esto se debía en gran parte a la falta de hombres en tiempos de guerra.
     Como nos cuenta Plutarco[3]en La Vida de Licurgo, las mujeres practicaban ejercicios físicos y se preparaban hasta cierto punto en el arte de la guerra.
El único medio que tenía un espartano para que su nombre quedara grabado en el epitafio de su tumba era muriendo en combate, motivo de gran orgullo; para que una mujer inscribiera el suyo debía morir dando a luz.
Citando de nuevo a Plutarco: así, a ellas era a quienes estaba bien el hablar y pensar como de Gorgo, mujer de Leónidas, se refiere, porque diciéndole, a lo que parece, una forastera: “¿Cómo vosotras solas las Espartanas domináis a los hombres?” “También nosotras solas- le respondió- parimos hombres”. Plutarco, La vida de Licurgo, 14.
     Tenían también fama de ser las mujeres más hermosas de toda Grecia (cabe recordar que Helena de Troya era espartana según la leyenda Homérica).
Por otro lado nos cuenta Jenofonte, que al nacer los niños y niñas eran minuciosamente inspeccionados en busca de cualquier defecto. En caso de encontrar alguno, estos eran abandonados en las montañas cercanas a Esparta para que murieran. Aunque no existe ninguna prueba arqueológica de este hecho, ha sido retomado por infinidad de autores a lo largo de la historia. Lo que si es cierto era la obsesión de los espartanos por perfeccionar a los ciudadanos de su Polis: se sabe por ejemplo que un hombre espartano podía permitir a otro que consideraba más apto, que mantuviera relaciones con su mujer, para asegurar una mejor descendencia”.
     Al cumplir los 7 años, los niños eran separados de sus familias y entraban a la Agogé: este sistema de educación estaba otorgada por el estado a todos los hijos de ciudadano. El objetivo de este sistema era crear a los mejores soldados del mundo, haciéndolos resistentes al dolor, al sufrimiento y a las dificultades. Los castigos eran severos, la alimentación insuficiente (para incitar a los niños a robar). De esta forma los jóvenes Lacedemonios crecían en condiciones que los preparaban para convertirse en lo que a la mayoría de edad se esperaba de ellos: un cuerpo de guerreros sumamente entrenados, obedientes y eficaces.
Al final de la Agogé, cuando los jóvenes tenían entre 18 y 19 años, participaban en la Criptia. Esta consistía en llevar a cabo una guerra secreta contra los Ilotas. Estos últimos sufrían ataques permanentes por parte de los jóvenes Lacónicos, solo con el objetivo de mantener aterrorizada y al margen una población de esclavos ampliamente superior en número.
Otro factor importante de la educación de  los jóvenes era el sistema de Erasmo: desde temprana edad (14 años aproximadamente) los jóvenes eran encomendados a un HOMOIOI. Este debía integrarlos al mundo adulto, a sus prácticas y costumbres. La relación que estos dos individuos forjaban era muy estrecha y se mantenía a lo largo de la vida de ambos. Aun hoy en día se discute si estas relaciones pasaban del mero plano afectivo. Algunos autores de la antigüedad como Aristóteles[4] en La Constitución de los Atenienses, aseguran que jóvenes y adultos mantenían relaciones sexuales consentidas por ambos, lo que estrechaba aún más sus lazos.
Los HOMOIOI pasaban la mayoría del tiempo en su SUSCITA: estos eran grupos de unos 15 individuos que entrenaban, comían y dormían juntos. En la guerra, estos mismos individuos peleaban codo con codo. Los vínculos eran muy estrechos lo que favorecía a los lacedemonios en el plano bélico.

     El  estilo de vida acuartelado dejaba poco espacio para las relaciones maritales.
En efecto los hombres espartanos pasaban muy poco tiempo con sus esposas. Los encuentros furtivos tenían la intención casi única de procrear futuros espartanos.
Los esposos debían entrar a hurtadillas para mantener relaciones con su compañera. Según Licurgo esto mantenía siempre encendida la llama del deseo.    
Debido a esto se especula también hoy en día si las mujeres espartanas mantenían o no relaciones homosexuales debido a la larga ausencia de los hombres.

     Este sistema social tan complejo se mantuvo inalterado durante muchos siglos, pero para lograr esto, la sociedad Lacedemonia tuvo que sacrificar características muy importantes como sus artes, sus escritos y cualquier otra actividad que promoviera el libre pensamiento y el individualismo; todo esto con el único objetivo de centrarse en la guerra.

     Cuando se piensa en Esparta se piensa en una serie de valores únicos tales como el sacrificio, la lealtad, la entrega, el desinterés personal por el bien común.
Estos valores son el resultado de una sociedad enfocada casi exclusivamente en la guerra.

     En los años 490 a.c la liga del Peloponeso, comandada por Atenas, llevó a cabo una campaña expansionista en territorios del Helesponto (actualmente estrechos de Dardanelos y Bósforo, que comunican el Mediterráneo con el Mar Negro y muy importantes geoestratégicamente), bajo influencia del gran imperio Persa.
Los persas, comandados por su rey, Darío deciden en el año 490 invadir Grecia para librarse de los atenienses.
En esta guerra los helenos obtienen una importante victoria en Maratón, pero los espartanos no participan en esta batalla debido a una festividad religiosa, lo que afectó la imagen de la Polis e hizo crecer la de los atenienses.
Diez años después, el hijo de Darío, Xerxes, decidió invadir Grecia con un ejército mayor que el de su padre.
Según Heródoto[5] en Historias el ejército Medo estaba compuesto por más de dos millones de hombres. Aunque fuentes modernas nos hablan de unos 80 000 soldados, sigue siendo un ejército ampliamente superior al griego.

Los soldados persas, poco equipados y ligeros que les permitían llevar a cabo grandes maniobras en terreno abierto, se vieron enfrentados en terrenos escabrosos a la pesada infantería griega. La base de esta era el Hoplita, soldado de infantería pesada equipado con un Hoplón (de donde deriva su nombre): un escudo de bronce de 91cmts que llevaba en su mano izquierda. En el caso de Esparta todos los escudos estaban marcados con la letra LAMDA, señal inconfundible de que los lacedemonios estaban en el campo de batalla.
Aparte de este gran escudo, los soldados griegos llevaban canilleras y cotas de bronce, así como un casco integral que protegía la totalidad de la cabeza y el cuello.
El arma principal era una lanza con punta de bronce de unos dos metros, y una espada para combate cerrado. Al formarse en falange el muro de picas y escudos era casi impenetrable para cualquier infantería poco equipada.
Cabe precisar que el lugar más peligroso de la falange era el hombre que se encontraba a la derecha en la primera fila, ya que nadie podía proteger su flanco derecho, esta era siempre la posición que tomaba el rey de Esparta para darle ejemplo a sus hombres.


     En el 480 los barcos Persas llegan a Grecia y avanzan hacia el interior de la península del Peloponeso. Los Atenienses se preparan para lo peor e intentan desesperadamente reunir un ejército con Hoplitas de todo Grecia, pero una vez más, debido a las festividades religiosas, los espartanos se niegan a participar inmediatamente.
El rey de Esparta, Leónidas, es consciente de la importancia de participar lo antes posible con sus tropas.
Se dirige a consultar el Oráculo de Delfos, y este, después de tomar varias veces partido por los persas, le dice que la única forma en que Esparta puede salvarse es gracias al sacrificio de un rey espartano.[6]
Muy consciente de su destino Leónidas viola las leyes espartanas y carga con su guardia personal de 300 HOMOIOI hacia el norte del Peloponeso.
Decide enfrentar al ejército Persa en un estrecho lugar de no más de 200mts, flanqueado por el mar a la derecha y montañas a la izquierda: las termopilas.
Los 300 espartanos y 7000 aliados griegos, especialmente de la cercana Platea, libran batalla contra el grueso del ejército persa, causándoles en 3 días innumerables bajas.
En la mañana del tercer día, y viéndose rodeado por los Medos, Leónidas ordena la retirada de sus aliados y se enfrenta hasta el último de sus hombres para defender el paso.
Aunque la fuerza espartana fue aniquilada, le dio tiempo a los griegos para organizarse y afectó de forma definitiva la moral Persa.
Después de una importante victoria naval de los aliados griegos en Salamina, los últimos remanentes del ejército persa son eliminados en la Batalla de Platea, en la que los griegos estaban liderados por Pausanías[7], regente espartano que sucedió a Leónidas.
Libres del peligro Medo, cada polis griega se esfuerza por reafirmar sus propios intereses. Los espartanos se mantienen alejados del resto de Grecia, mientras Atenas, guiada por uno de sus personajes más celebres: Pericles, empieza una campaña de expansión por el mar Egeo donde los otrora omnipotentes barcos de Xerxes han dejado de ser una amenaza. Atenas intenta instaurar democracias en las ciudades que la orbitan, pero los Lacedemonios ven esto como algo riesgoso, ya que ven a las democracias como regímenes propensos a la inestabilidad, a la guerra y a la oligarquía.
Atenas, a la cabeza de la liga de Delos, cobra a sus aliados un  importante tributo, con el fin de mantener a su flota, lo que crea el descontento de muchos de ellos.
La liga del Peloponeso, comandada por Esparta, ve su rol amenazado por el creciente poder ateniense y por sus intenciones expansionistas.

Esparta y sus aliados deciden actuar en el 460 a.c. de la forma en la que mejor saben hacerlo: declaran la guerra a los atenienses y marchan sobre Ática.
Los atenienses, reacios a entablar combate contra el aterrador muro de bronce estampado con Lambdas, deciden protegerse detrás de sus robustas murallas. El plan de Pericles funciona por algunos años: Atenas hace que toda su población se esconda detrás de sus murallas, mientras se aprovisiona gracias a su flota. Mientras tanto  los espartanos queman campos y edificios en todo el territorio ateniense.
En el año 430, debido a la sobrepoblación y a las condiciones sanitarias, una plaga afecta a la ciudad de Atenas. Gran parte de sus pobladores mueren incluyendo a Pericles.
Esto le da a Esparta la ventaja que necesitaba y finalmente gana la guerra, instaurando regímenes pro-espartanos en las diferentes Polis.  Pero la falta de irradiación cultural se empieza a notar en la dificultad de mantener estos regímenes a flote.
     Al mismo tiempo, ajena a la guerra entre Esparta y Atenas, Tebas, una ciudad en Beocia, al norte del Ática, empieza a ganar más y más poder. Después de la derrota ateniense a manos lacónicas, los tebanos buscan surgir como nueva potencia helénica.
     Los lacedemonios tienen la intención de seguir implantando regímenes favorables en Grecia, mientras en Tebas se instaura en el año 398 una democracia. Fieles a su política extranjera los espartanos deciden invadir Beocia.
Esto lleva a las dos ciudades a una serie de conflictos que terminarían finalmente en el año 371 con la victoria tebana en Leuctra, y posteriormente en el 362 otra victoria de los Boecianos en Mantiea, donde se rompería definitivamente el mito de invencibilidad espartana y por primera vez en más de 600 años el territorio de Laconia se ve ocupado por una fuerza extranjera.

     Después de esto Esparta se vería relegada a un segundo plano en la política helénica. Su incapacidad de influir profundamente en los territorios ocupados, limitándose solo al plano militar causaría al final su derrota.
Los HOMOIOI descendieron hasta alcanzar en el año 350 únicamente unos 1000 hombres.
     Tebas liberó a los Ilotas rompiendo totalmente el modelo de Licurgo y creando una ciudad estado que competía con Esparta dentro del Peloponeso.
Esparta se convirtió en una ciudad museo, donde, bajo el peso de su increíble historia, viajeros del mundo entero se paseaban para entretenerse con su particular estilo de vida.
     Vemos entonces que a pesar de su increíble historia y de la admiración de sus contemporáneos, Esparta es un modelo que se mantuvo estable durante cientos de años, pero únicamente gracias a su hermetismo y desconfianza en el mundo exterior. Al final, fue esta actitud la que los llevó a su fracaso. Las ciudades que las rodeaban y contra las que competía avanzaron política, social y militarmente hasta el punto en que los lacedemonios se vieron relegados a un segundo plano y una nueva página de la historia helénica comenzó a escribirse.
Hoy en día se recuerda a Esparta por el sacrificio, el valor el desinterés y la habilidad bélica, pero otros aspectos de su historia que ya hemos visto son menos conocidos.












Bibliografía

Jenofonte, La constitución de los Lacedemonios

Aristóteles, la constitución de los atenienses

Heródoto, Historias

Tucidides: Historia de la guerra del Peloponeso

Homero, La Ilíada y la odisea

Plutarco, Vidas paralelas de los hombres ilustres: la vida de licurgo

Polibio, Historia universal de los pueblos mediterráneos



[1] Tucidides: historiador ateniense del siglo V a.c. Su obra principal es Historia de  la Guerra del Peloponeso. Donde estudia el conflicto entre Atenas y Esparta.
[2] Jenofonte: (Atenas c.a 431 a.c – 354 a.c.): fue un escritor, político, filósofo y estratega Ateniense. Discípulo de Sócrates fue un gran admirador del régimen espartano. Uno de sus escritos: la constitución de los lacedemonios, nos describe la forma de gobierno lacedemonia. Cabe agregar que Jenofonte era pro-espartano y consideraba que su forma de gobierno debía ser un ejemplo para el resto de Grecia, esto lo llevo más adelante a promover el panhelenismo.

[3] Plutarco: (Beocia c.a 50-120) Historiador y biógrafo griego. Su obra principal vidas paralelas de los hombres ilustres comprar de forma paralela la vida de diferentes personajes griegos, con personajes de su tiempo, especialmente personajes Romanos.
[4] Aristóteles: (384ª a.c- 322 a.c) filósofo y científico macedonio, de sus más de 200 tratados sobre temas muy diversos solo nos han llegado 31. Uno de los hombres más brillantes de su época, fue escogido por Filipo de Macedonia para enseñar a su hijo, Alejandro Magno. Entre sus obras principales destaca La constitución de los atenienses, obra en la que trata el sistema político y la vida en Atenas.
[5] Heródoto: (Alicarnaso 484-425 a.c) es considerado el padre de la Historia. Su obra maestra: HISTORIA, nos relata las guerras Médicas entre griegos y persas.
Heródoto da gran importancia a la verificación de sus fuentes y a corroborar sus historias por más de un elemento. Esta rigurosidad histórica, sin embargo, no evita que su punto de vista pan-helénico esté presente en su obra.
[6] Heródoto, Historia, libro 4.

[7] Pausanías es probablemente el espartano más polémico de su época, pero también es uno de los más fascinantes: después de conducir al ejército riego a la victoria en Platea, Pausanías  dirige un contingente griego a Asia Menor (actual Turquía) con el objetivo de luchar contra los persas en su territorio, pero la expedición fracasa y los espartanos pierden el interés. Pausanías es llamado a Esparta para rendir cuantas ya que se sospecha que ha conspirado con los Medos. En Esparta es absuelto, pero este decide huir hacia Atenas en busca de refugio ya que su situación en su propia ciudad era precaria. Después Pausanías pasaría a ayudar a los persas, y finalmente al final de su vida volvería a Esparta.

martes, 28 de octubre de 2014

Los Palacios de Minos

Buenas tardes damas y caballeros. Nuestra oferta de hoy trae como atracción principal, un recorrido por la enigmática isla de Creta, donde seremos testigos de los primeros vestigios de civilización griega durante la ocupación Minoica. 
Historia de la humanidad, tomo 7. M. Picazo et alia Arlanza Ediciones, 2000
El tour empezará en Grecia, en la región de Laconia, donde embarcaremos hacia el sur, atravesando el mar de Creta hasta desembarcar en la isla en la región de Catsamba, al norte de Cnosos. Posteriormente recorreremos la isla hacia el Este, teniendo la oportunidad de conocer sus principales templos: Cnosos, Mallia y Zakros y finalmente el templo de Festo en el Sur de la Isla. Abarcaremos lo que conocemos de sus costumbres sociales y religiosas, contemplaremos su escritura indescifrable y recorreremos su geografía montañosa característica de la región.

Bull-Leaping Fresco, Subida por Chris O, disponible en <http://en.wikipedia.org/wiki/Bull-leaping#mediaviewer/File:Bull-leaping.jpg>

Knossos replica, subido al dominio publico por Storeye, trabajo propio, disponible en <http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_minoico#mediaviewer/File:Knossos_replica.JPG>
Snake Godess Crete 1600 BC subida por Chris 73, trabajo propio, disponible en <http://en.wikipedia.org/wiki/Snake_Goddess#mediaviewer/File:Snake_Goddess_Crete_1600BC.jpg>

Es importante contextualizar el mito y la leyenda de la civilización Minoica dentro de los conocimientos Griegos antiguos y los conocimientos actuales. Los Griegos eran grandes historiadores y tenian conciencia de sus antecesores, que solía mezclarse con sus relatos religiosos y heroicos. De los textos Griegos entonces, sabemos del conocimiento que tenían de un Poderoso Rey Minos, de Creta, que con majestuosos ejércitos había conquistado y dominado los mares, así como su Héroe Teseo derrotó al minotauro en los laberintos de este mismo rey. Sin embargo, la ausencia de documentos históricos concretos hizo que por mucho tiempo se dudara de la existencia de tales civilizaciones. Pero esto cambio a finales del siglo XIX cuando Arthur Evans, arqueologo britanico, despertó su curiosidad gracias a piezas griegas enmarcadas con piedra proveniente de Creta con extraños simbolos incomprensibles. De esta forma, comienza sus excavaciones que culminan en el hallazgo de inmensos templos, con el de Cnosos a la cabeza, dotados de arte y ceramicas. Por las leyendas griegas, del rey Minos y el Minotauro, Evans bautizó a los habitantes de aquella epoca como Los Minoicos. 


Reconstruccion del aspecto de del palacio de Cnossos, subida por deror_avi, dominio publico, disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Arte_minoico#mediaviewer/File:Armon_Knossos_P1060088.JPG

No cabe duda que los palacios de Creta son la principal característica de esta civilización Prearcaíca Griega. Como afirma Javier Gomez, en Historia del Mundo Antiguo, representan la culminación del desarrollo socio-económico de la población, al no ser únicamente la residencia de los gobernantes, sino que también constituían centros comerciales, con almacenes donde se almacenaba grano y bienes,  y de culto. Es probable que esta región estuviera conformada por pequeñas ciudades cada una con un palacio, pero la estructura del palacio de Cnossos hace pensar que hubo una monarquía con capital con el mismo nombre. Según Peter Warren, arqueólogo británico, la formación de estos monumentos surgía a partir del cumplimiento de tres condiciones fundamentales: 1) establecimiento de poblados agrícolas estrechamente relacionados, 2) desarrollo de unidades familiares extensas dentro de estas poblaciones y 3) establecimiento de territorios destinados a la explotación de un poblado concreto. A partir de eso, se puede inferir que la iniciativa para la construcción de semejantes estructuras era comunal, y no solo despliegue de poder de un gobernante, siendo los Palacios manifestación de la riqueza de la sociedad.


La forma de los palacios es similar entre los 4 mas importantes, mencionados anteriormente en el texto, únicamente diferían en el tamaño. Eran múltiples estructuras edificadas al rededor de un patio central, sin murallas. Las edificaciones consistían en habitaciones, y existía una planta baja para los almacenes y realizar los múltiples rituales. Para entender la magnitud de estas edificaciones, basta comentar que Cnossos, el mas grande y dominante en Creta, tenia 17.000 km cuadrados y mas de 1500 habitaciones. En la imagen siguiente podemos apreciar su magnitud.
Reconstruccion de palacion de Knossos, tomado de: http://www.minoanatlantis.com/
Por otra parte, las dimensiones de los otros 3 palacios no superan los 10 000 Km cuadrados, lo que corroboraría la idea de Knossos como palacio central de Creta. Se considera que la cantidad de calles y corredores que conectaban las diferentes habitaciones de los palacios pudieron dar origen al mito del laberinto Griego, donde el gran Minos abandonaba a sus prisioneros para que fueran victimas del Minotauro, hombre con cabeza de toro, que era representativo de los gusto de las acrobacias con estos animales por parte de los habitantes de Creta. Los misterios y gran cantidad de misticismos relacionados con esta civilización antigua tienen una estrecha relación con su lenguaje, lineal A, aun desconocido para nosotros. La única evidencia que tenemos, son piezas arqueológicas difusas, frescos en las paredes de sus templos, y ciertos indicios de como pudo desaparecer semejante imperio. Hay evidencia de movimientos tectónicos que sometieron la isla en diferentes ocasiones, pero también existe evidencia de que remontaron las adversidades. Sin embargo, la teoría mas aceptada parece ser la invasión por parte de pueblos del norte, provenientes de la península del peloponeso, quienes estuvieron subyugados al imperio Cretense.


Bibliografia: 

- Francisco Javier Gomez, Historia de Grecia Antigua, Ediciones Akal, 2001
- Ana Mercedez Gonzalez, Historia General del Arte, Editorial EUNED, Tomo 1
- Paolo Sartancangeli, El Libro de los Laberintos, Ediciones SIRUELA, 1984





lunes, 20 de octubre de 2014

LA ETERNIDAD EGIPCIA EN LA PIEDRA


Buenas tardes damas y caballeros. Después de una larga pausa, estamos de vuelta con un fabuloso recorrido al pasado, donde visitaremos el antiguo Egipto, haciendo énfasis en sus obras arquitectónicas maestras, las pirámides, y explorando su noción del tiempo y eternidad. Nuestro viaje inicia entonces en el Delta del río Nilo, donde recorreremos la porción oriental hasta Menfis, para cruzar el río y alcanzar la ciudad de Giza y Saqara, donde apreciaremos las pirámides e intentaremos entender su profundo significado.

Imagen tomada del internet desde: https://sites.google.com/site/vamosahacercosas/temas/las-primeras-civilizaciones-mesopotamia-y-egipto/mapa-de-egipto
Antes de comenzar el tema de las pirámides, es importante entender el concepto del tiempo para los egipcios. Jan Assman, en su libro ¨La mente de Egipto¨ acuña el termino ¨cronotopo¨ (áreas con una escala de tiempo propia, independiente del resto) y explica como Egipto es una civilización estática, inmóvil en su propio tiempo. Hasta los griegos concebían los viajes a Egipto como viajes al pasado. Para los egipcios, y las culturas en general, la noción de Tiempo, supremamente compleja, tiene dos componentes: uno linear y otro cíclico. Sin embargo, ambos componentes coexisten en armonía, y predominan según el sitio en el que se evalúe la noción. Para entenderlo mejor, los egipcios distinguen el tiempo cíclico como ¨Neheh¨, representado por el movimiento de cuerpos celestes, principalmente, el sol. El tiempo Neheh representa el ciclo constante del ser: el ¨convertirse¨ (becoming) y su representación gráfica es el escarabajo. Por otra parte, el tiempo linear, el ¨Djet¨, representa la irreversibilidad, sucesos que no son cíclicos pero que perduran por siempre, estables, inmobiles e inmutables. Esto hace pensar que el tiempo se congela en Djet, no hay nocion de presente ni pasado, únicamente eternidad. La representacion de este tiempo es la piedra y la momia, y su dios es Osiris. Según lo anterior, podemos afirmar que en ninguna de las dos nociones mencionadas hay cabida para la historia. Por un lado, Neheh representa repetición y reversibilidad, por el otro, en Djet hay abolición del paso del tiempo, por lo que según los egipcios, la vida sucede en una dimensión entre las dos anteriores, una representada por irreversibilidad y cambio. Este enfoque del tiempo, en el que la vida terrenal es solo una parte diminuta de una continuidad infinita de tiempo, estimula entonces la necesidad de perdurar e inmortalizarse en la historia, en Djet. Esto llevó entonces a la creación de obras arquitectónicas imponentes, indestructibles, cuyo significado veremos a continuación. 

Piramide escalonada de Djoser en Saqqara, imagen disponible en http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Saqqaraperi.JPG, dominio publico
Las historia de las pirámides se remonta hasta las épocas del imperio antiguo, a raíz de lo cual es conocido como la edad de las pirámides. Durante este periodo, Egipto vio la creación y culminación de estas magnificas obras. El precursor de esta tecnología, fue un rey de la tercera dinastía conocido como Djoser, y su arquitecto Imothep, quienes construyeron las primeras pirámides escalonadas. Posteriormente, el proyecto fue evolucionando y terminó aportando al mundo las pirámides majestuosas que conocemos hoy en día. Durante este periodo inicial se concibe la idea de una pirámide que da fachada a una mastaba (tumba que consiste en un bloque macizo rectangular), que contiene figuras en piedra que representan el ¨Sed¨, o ritual de renovación real, que se celebraba aproximadamente treinta años después del reinado de un faraón muerto, para renovar sus poderes y otorgarselos eternamente. De esta forma, se consigue el cometido de perdurar, como bien lo explica una tumba del periodo Snofru: ¨hizo sus dioses de una forma que no podía ser borrada¨, haciendo alusión al uso de la piedra en la que tallaban las figuras religiosas de las tumbas.

Mastaba Guiza, Imagen de dominio publico disponible en Wikipedia
Mastaba de Idou, imagen de usuario Poco a Poco, disponible en wikipedia en:http://es.wikipedia.org/wiki/Mastaba#mediaviewer/File:Mastaba_of_Idou_(G_7102),_Giza,_Egypt2.jpg

Las pirámides se convierten entonces en iconos de la relación entre lo visible y lo invisible, cuyo simbolismo inicia desde su misma construcción, haciendo profundo énfasis en su eje vertical. Finalmente, la punta representa una flecha que apunta al cielo, o “Akhet”, cuyo significado es aquel lugar donde el cielo y la tierra se unen (termino acuñado a la pirámide de Cheops cuyo nombre en egipcio es Khufu, y es referida como “Akhet de Khufu”). Para culminar este argumento, la alineación de las pirámides con cuerpos celestes se contradice con la distribución original de las tumbas en Egipto, que siguen el curso del río Nilo. Esto hace pensar que las pirámides están más relacionadas con el firmamento que con lo terrenal, dandole un significado al lugar de ser la representación del cielo en la tierra, siendo un cronotropo propio, un lugar de inmortalidad, inmutabilidad donde el tiempo se congela, y los faraones y su poder perduran.

Bibliografia:

- Jan Assmann, The Mind of Egypt: History and Meaning in the Time of the Pharaohs, traduccion de Andrew Jenkins, 1996


lunes, 29 de septiembre de 2014

EL PRIMER GRAN IMPERIO



Hoy los invitamos a un nuevo recorrido a través del oriente medio, durante el gobierno de Sargon I y su imperio, conocido como el Acadio. Iniciaremos el viaje en el golfo Pérsico, donde ascenderemos por el Shatt al arab hasta su bifurcación y tomaremos el cauce del Eufrates, río arriba, recorriendo las ciudades de Uruk y Ur, capitales del imperio Sumerio y nos adentraremos en el Zigurat de Ur-Nammu. Posteriormente conoceremos la ciudad de Kish, cuya dinastía de reyes contiene los primeros reyes Sumerios y el titulo ¨Rey de Kish¨ era otorgado a los grandes gobernantes de la zona, cuyo mapa tenemos a continuación:



Garelli, Paul: «Akkad», en El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor 1974. ISBN 84-335-9310-2.
Restos de la ciudad de Ur con el Zigurat de Ur-Nammu al fondo. Restaurado en los años 70
Precinto sagrado de Nanna en Ur, reconstrucción digital por Balage Balogh, Archaeologyillustrated.com

Historia

Inicialmente, la región del sur de Mesopotamia fue ocupada por poblaciones semitas a lo largo de su historia, cuya influencia era mayor cerca de Kish, donde se podria delimitar una frontera imaginaria entre estos, y los sumerios de Uruk y Ur. Estos pueblos vivian en constante culturalizacion mutua y se beneficiaban de los aspectos mas positivos los unos de los otros. No obstante, los semitas de Kish conservaban muchos aspectos culturales entre los que destacan sus dioses (que posteriormente reemplazarian a los sumerios) y su lenguaje semitico: el acadio. 

En este contexto, un semita habría obtenido ya el puesto de ¨Copero del rey¨, aquel que sirve vino en la mesa real, siendo un titulo de gran importancia dado el riesgo de envenenamiento en la epoca, y jugando tambien el papel de catador. Posteriormente, en una aparente usurpacion, el ¨Copero¨ adquiriria el nombre de Sargon I, y seria considerado el rey del primer imperio unificado, centralizado en mesopotamia (Bravo, 2000). Cabe destacar la historia de Sargon, envuelta en misticismo, donde es abandonado por su madre, una sacerdotiza del templo que debia conservar su virginidad, por lo que es arrojado al Eufrates en una cesta, recogido por un agricultor y favorecido por Ishtar para tener un futuro grandioso. No obstante, la version historica parece ser mas sombría, mostrando al contrario, un usurpador del trono de un rey que le habia otorgado su confianza y legitimo soberano: Ur-Zababa y que posterior a esto habría derrocado a Lugalzagessi, monarca de Uruk, quien ejercía soberanía sobre Kish.

Cabeza de bronce de un rey sumerio, probablemente Sargon de Akkad o Naram'Sin

Para obtener su poder en Kish, el Usurpador obtuvo el nombre de ¨rey verdadero¨, otorgándole hegemonía sobre los demás reyes sumerios. Finalmente, Sargon I obtiene control sobre el dominio de Lugalzagessi al sur de Mesopotamia y funda una nueva capital del imperio: Akkad, oponiéndose entonces a la soberania Sumeria y favoreciendo sus raíces semitas. Este cambio político fue radical, transformando la cultura de la zona del sacerdotismo a la hegemonía militar y el heroísmo (imagen de rey heroe-conquistador) reemplazo lo administrativo (Wagner, 1999). Este nuevo imperio militar tenia como único objetivo la dominación territorial, concentrando sus recursos en la fabricación y entrenamiento de un ejercito imbatible,  destacándose el uso de armas arrojadizas (jabalinas y arcos) que los volvían formidables contra las falanges Sumerias. 

En estas circunstancias, Sargon I pudo obtener entonces los títulos de Rey de Akkad, Rey de Kish y Rey del país, obteniendo por primera vez un imperio que se extendía desde ¨el mar superior¨ (Mediterraneo), ¨el mar inferior¨ (Golfo Pérsico), una porción de Anatolia, el imperio de Ebla y la costa Mediterranea asiática. Sin embargo, la época aportaba muchas limitaciones a semejante imperio. Las dificultades en recursos tecnológicos, de comunicación y humanos, hacían de la conquista una empresa muy arriesgada. Por ende, muchas de las regiones tuvieron ocupación pasiva, dejando frecuentemente a los reyes locales gobernar, con la condición de ser leales al gran rey. Esta dominación, sin embargo, no fue bien tolerada en Sumer, donde persistían los resentimientos por la conquista reciente. sin embargo, todas las rebeliones a Sargon I fueron repelidas satisfactoriamente. Sus hijos Rimush y Ramishtusu mantuvieron a raya las rebeliones durante sus reinados, haciéndose mas fuertes tras la muerte de Sargon (Wagner, 1999).

La influencia y poder del imperio Acadio era tal, que cientos de años de rebeliones no pudieron con el imperio, que vuelve a resurgir potentemente durante el reinado del nieto de Sargon, Naram-sin, quien inicia una política militar hasta reconquistar la región de Ebla, que lideraba la oposición al reinado de Sargon. A pesar de todo, la infiltración de pueblos nuevos en la región, principalmente los Martu en el Oeste, y los Qutu, de la zona meridional, sumandose a la ofensiva de los pueblos oprimidos, darían final a este gran imperio Mesopotámico (Bravo 2000).

Bibliografia:

Gonzalo Bravo, Historia del Mundo Antiguo una introduccion critica, Allianza editorial 2000

Carlos G. Wagner, Historia del cercano Oriente, Ediciones Universidad Salamanca, 1999