lunes, 29 de septiembre de 2014

EL PRIMER GRAN IMPERIO



Hoy los invitamos a un nuevo recorrido a través del oriente medio, durante el gobierno de Sargon I y su imperio, conocido como el Acadio. Iniciaremos el viaje en el golfo Pérsico, donde ascenderemos por el Shatt al arab hasta su bifurcación y tomaremos el cauce del Eufrates, río arriba, recorriendo las ciudades de Uruk y Ur, capitales del imperio Sumerio y nos adentraremos en el Zigurat de Ur-Nammu. Posteriormente conoceremos la ciudad de Kish, cuya dinastía de reyes contiene los primeros reyes Sumerios y el titulo ¨Rey de Kish¨ era otorgado a los grandes gobernantes de la zona, cuyo mapa tenemos a continuación:



Garelli, Paul: «Akkad», en El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor 1974. ISBN 84-335-9310-2.
Restos de la ciudad de Ur con el Zigurat de Ur-Nammu al fondo. Restaurado en los años 70
Precinto sagrado de Nanna en Ur, reconstrucción digital por Balage Balogh, Archaeologyillustrated.com

Historia

Inicialmente, la región del sur de Mesopotamia fue ocupada por poblaciones semitas a lo largo de su historia, cuya influencia era mayor cerca de Kish, donde se podria delimitar una frontera imaginaria entre estos, y los sumerios de Uruk y Ur. Estos pueblos vivian en constante culturalizacion mutua y se beneficiaban de los aspectos mas positivos los unos de los otros. No obstante, los semitas de Kish conservaban muchos aspectos culturales entre los que destacan sus dioses (que posteriormente reemplazarian a los sumerios) y su lenguaje semitico: el acadio. 

En este contexto, un semita habría obtenido ya el puesto de ¨Copero del rey¨, aquel que sirve vino en la mesa real, siendo un titulo de gran importancia dado el riesgo de envenenamiento en la epoca, y jugando tambien el papel de catador. Posteriormente, en una aparente usurpacion, el ¨Copero¨ adquiriria el nombre de Sargon I, y seria considerado el rey del primer imperio unificado, centralizado en mesopotamia (Bravo, 2000). Cabe destacar la historia de Sargon, envuelta en misticismo, donde es abandonado por su madre, una sacerdotiza del templo que debia conservar su virginidad, por lo que es arrojado al Eufrates en una cesta, recogido por un agricultor y favorecido por Ishtar para tener un futuro grandioso. No obstante, la version historica parece ser mas sombría, mostrando al contrario, un usurpador del trono de un rey que le habia otorgado su confianza y legitimo soberano: Ur-Zababa y que posterior a esto habría derrocado a Lugalzagessi, monarca de Uruk, quien ejercía soberanía sobre Kish.

Cabeza de bronce de un rey sumerio, probablemente Sargon de Akkad o Naram'Sin

Para obtener su poder en Kish, el Usurpador obtuvo el nombre de ¨rey verdadero¨, otorgándole hegemonía sobre los demás reyes sumerios. Finalmente, Sargon I obtiene control sobre el dominio de Lugalzagessi al sur de Mesopotamia y funda una nueva capital del imperio: Akkad, oponiéndose entonces a la soberania Sumeria y favoreciendo sus raíces semitas. Este cambio político fue radical, transformando la cultura de la zona del sacerdotismo a la hegemonía militar y el heroísmo (imagen de rey heroe-conquistador) reemplazo lo administrativo (Wagner, 1999). Este nuevo imperio militar tenia como único objetivo la dominación territorial, concentrando sus recursos en la fabricación y entrenamiento de un ejercito imbatible,  destacándose el uso de armas arrojadizas (jabalinas y arcos) que los volvían formidables contra las falanges Sumerias. 

En estas circunstancias, Sargon I pudo obtener entonces los títulos de Rey de Akkad, Rey de Kish y Rey del país, obteniendo por primera vez un imperio que se extendía desde ¨el mar superior¨ (Mediterraneo), ¨el mar inferior¨ (Golfo Pérsico), una porción de Anatolia, el imperio de Ebla y la costa Mediterranea asiática. Sin embargo, la época aportaba muchas limitaciones a semejante imperio. Las dificultades en recursos tecnológicos, de comunicación y humanos, hacían de la conquista una empresa muy arriesgada. Por ende, muchas de las regiones tuvieron ocupación pasiva, dejando frecuentemente a los reyes locales gobernar, con la condición de ser leales al gran rey. Esta dominación, sin embargo, no fue bien tolerada en Sumer, donde persistían los resentimientos por la conquista reciente. sin embargo, todas las rebeliones a Sargon I fueron repelidas satisfactoriamente. Sus hijos Rimush y Ramishtusu mantuvieron a raya las rebeliones durante sus reinados, haciéndose mas fuertes tras la muerte de Sargon (Wagner, 1999).

La influencia y poder del imperio Acadio era tal, que cientos de años de rebeliones no pudieron con el imperio, que vuelve a resurgir potentemente durante el reinado del nieto de Sargon, Naram-sin, quien inicia una política militar hasta reconquistar la región de Ebla, que lideraba la oposición al reinado de Sargon. A pesar de todo, la infiltración de pueblos nuevos en la región, principalmente los Martu en el Oeste, y los Qutu, de la zona meridional, sumandose a la ofensiva de los pueblos oprimidos, darían final a este gran imperio Mesopotámico (Bravo 2000).

Bibliografia:

Gonzalo Bravo, Historia del Mundo Antiguo una introduccion critica, Allianza editorial 2000

Carlos G. Wagner, Historia del cercano Oriente, Ediciones Universidad Salamanca, 1999




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